Queridísima Doña Matilde, muchos años pasaron desde que nos dejó. También muchos fueron los años que compartimos una hermosísima amistad y una serena y cercana vecindad.
Mi madre y yo llegamos a este gran país y la vida nos puso justito a su lado. Más no se puede pedir.
No sólo nos regaló el tesoro de su amistad y cariño, sino que también nos obsequió el privilegio de compartir su vida familiar junto a sus queridas hijas y nietos.
Los sabores de mi infancia están plagados de masitas, postres, tortas, pasteles, arrollados y mil cosas más elaboradas por sus maravillosas manos húngaras.
Mi primera torta de cumpleaños, cuando cumplí los 7, mi torta de bodas, el pastel del primer cumpleaños de mi hijo, las galletitas del árbol de navidad, las masitas de tantos festejos , fueron y son una joya preciadísima en mis recuerdos. Gracias doña Matilde, gracias noismomo, nagymama.
Amé y amo cada uno de sus sabores, por eso, cuando esta compilación preparada por su amada hija Blanca llegó a mis manos, no dudé en rendirle este pequeño homenaje web, para que todos podamos compartir sus deliciosas recetas.
Gracias.
Carmencita